A poco de cumplir cien años de vida, Colonia Independencia en el departamento de Guairá en Paraguay, consolida su faceta turística gracias a diversos atractivos inspirados en la cultura y la naturaleza. En este destino, a 177 kilómetros de Asunción, confluyen la herencia alemana presente en la arquitectura y la gastronomía con un bello paisaje repleto de encantadores paseos.
Recorremos tres itinerarios para descubrir este portento de la tierra guaraní.
1. Salto Suizo
En el corazón verde del departamento de Guairá y desde 60 metros de altura cae imponente una cascada ruidosa, cuyo eco puede percibirse desde una distancia de 150 metros. Se trata del Salto Suizo, uno de los paseos predilectos de los turistas paraguayos y que está atrayendo a visitantes de diversos lugares del planeta por su inhóspita geografía y su particular belleza.
El salto está ubicado a 9 kilómetros de Colonia Independencia pero su acceso es bastante difícil. Para poder descubrirlo, hay que tener un espíritu aventurero y buen estado físico, en su defecto una camioneta 4X4 puede ser una buena opción para una buena parte del recorrido. Las opciones para el paseo son varias y dependerá de la sed de adrenalina de cada uno.
Una forma de conocer este destino es recorrer los mil metros del laberinto a pie, atravesando una añosa arboleda con ejemplares de 50 metros de altura, lianas, tacuaras y un espeso bosque nativo. Los últimos 300 metros presentan numeroso obstáculos como arroyitos y enormes piedras pero el premio al llegar vale el esfuerzo.
El Salto Suizo, de unos 60 metros de altura, se arroja en caída libre del arroyo Librada produciendo un ruido constante que se puede percibir desde una distancia de 150 metros, aproximadamente. En tiempos de lluvia, el caudal hídrico aumenta y la cascada se transforma en un espectáculo natural muy atractivo para los visitantes.
Al pie del cerro de donde cae el agua existe una plataforma de piedra. Para llegar al sitio es necesario sortear algunas dificultades, ya que la planchada es resbaladiza por estar cubiertas de plantas acuáticas. La frescura del ambiente, el trino de numerosas especies de aves y la exuberante vegetación, dan un ambiente ideal para el disfrute de los encantos del lugar. Se puede llegar a la casada en bicicletas, motos o camionetas. El acceso al sitio es libre y gratuito.
La zona también es ideal para las competencias de ecoaventura, que se puso en auge en los últimos años. El rappel es el deporte extremo más practicado en el Salto Suizo.
2. Granja Francisca
En inmediaciones al cerro Corá, se levanta la Granja Francisca, el emprendimiento de una pareja conformada por un hombre alemán y una mujer paraguaya que desde hace una década están dándole forma a un sueño: un refugio encantador en el corazón de la tierra guaraní.
La Granja Francisca es una estancia ecológica y familiar, con los servicios necesarios para que sus visitantes puedan pasar días fenomenales rodeados de un majestuoso paisaje, ideal para disfrutar de unos días de descanso, aventura y emociones. La granja cuenta con cuatro habitaciones (tres familiares y una suite con jacuzzi) y cuesta alrededor de 500 pesos argentinos por día con desayuno incluido.
El predio es propiedad del odontólogo alemán jubilado Georg Gerhard Jandt, nacido y criado en Dortmund, y Eva Parini, paraguaya nacida en la Colonia Luz Bella de Guayaibí, San Pedro.
Según la descripción de la granja, el lugar alberga a venados, vacas lecheras, caballos, ñandues guasu, coloridos papagayos y loros, palomas que viven sueltas, faisanes de todos los colores entre los que resalta el "dorado" que se reproducen en el sitio, pavos reales, carpas y tilapias, tucanes, gallinas, patos, guineas y gansos, entre muchas otras especies.
Para completar el sitio, un hermoso salto de agua conocido como el Mby`yu`i del arroyo San Gervasio le da el toque termal. El cauce está rodeado de cerros para entregar al visitante la plena sensación de bienestar.
3. Cerro Akatî
El Cerro Akatî es uno de los destinos que representa a Paraguay en materia de turismo y paisaje. El mirador está ubicado a 600 metros de altura y permite una vista panorámica imponente.
El complejo cuenta con alojamiento, un sendero que lo conecta a Itá Letra (escrituras precolombinas grabadas en piedra), y muchos servicios de la agencia turística de los propietarios del lugar, en donde podrá hacer otros recorridos por la zona de influencia del Yvytyruzú.
El ascenso al Cerro a través del camino de 17 kilómetros desde Melgarejo se torna complicado y difícil en los últimos 2.000 metros para automóviles de mediano o pequeño porte y sólo un conductor experimentado llega a la cima. En camioneta se llega sin ningún inconveniente y para bicicletas o mediante caminata sólo premia el esfuerzo y la resistencia de cada uno.